Flota y ESG: Lo que necesita saber

No es tan simple como evaluar el impacto de tus productos y servicios. Un análisis preciso analiza el comportamiento, la conducta y la cadena de suministro de su empresa. El análisis ESG también debe tener en cuenta el futuro, teniendo en cuenta la última divulgación de ESG de una organización junto con su estrategia a largo plazo, su impacto general, sus normas y sus compromisos.

Aunque las discusiones en torno a ESG parecen muy actuales, no es un concepto nuevo. Los inversores que trabajaban con la ONU a principios de los años 2000 crearon un marco preliminar que les ayudó a analizar sus inversiones potenciales de una manera más holística y basada en valores, en lugar de limitarse a fijarse en los rendimientos financieros.

Hasta hace poco, los criterios ESG han tenido poca influencia en las decisiones empresariales. Pero en los últimos años, los gobiernos y los reguladores han adoptado una postura más dura debido a los cambios en la legislación de la UE y el Reino Unido. Como resultado, los reguladores están apuntando al espacio ESG, con un gran enfoque en ayudar a los inversores a identificar casos de "lavado verde", cuando las empresas exageran intencionalmente sus credenciales ESG, como la sostenibilidad de sus operaciones o el historial de derechos humanos. En Francia y Estados Unidos, se han impuesto fuertes multas a las organizaciones que se considera que están haciendo un lavado verde de sus actividades y resultados.

Las empresas no deben subestimar la importancia de contar con informes ESG precisos. El Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés), creado a raíz de la COP26, está exigiendo a las empresas nuevas normas contables, incluido el suministro de datos no financieros basados en ESG.

Se cree que todos los principales reguladores internacionales, en los próximos seis meses, comenzarán a solicitar informes financieros "integrados". Estos documentos presentan información ESG financiera y no financiera, lo que hace que estos dos tipos diferentes de datos sean consistentes y comparables. Esto facilitará a los inversores la toma de decisiones basadas tanto en el rendimiento financiero como en las acciones de una empresa en torno a las preocupaciones medioambientales y sociales.

Para las empresas centradas en flotas, el área clave de preocupación es su parte ambiental de ESG. Hay tres categorías en torno a los informes de emisiones:

Alcance 1. Se trata de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa provoca directamente, por ejemplo, al hacer funcionar sus vehículos. Alcance 2. Son las emisiones que una empresa provoca indirectamente, por ejemplo, en la producción de la energía que utiliza. Alcance 3. Se trata de las emisiones indirectas de toda la cadena de valor, por ejemplo, las emisiones causadas por los proveedores de la empresa.

Estos cambios no solo afectarán a las grandes corporaciones, ya que estas empresas también buscarán reducir sus emisiones de alcance 3 de sus proveedores más pequeños.

Es importante que las empresas informen de forma sólida sobre su impacto de carbono en términos de emisiones de alcance 1, 2 y 3, pero también que demuestren que tienen un plan para descarbonizar sus actividades comerciales diarias. Las emisiones de alcance 3 representan entre el 80 y el 90 % de las emisiones de casi todas las organizaciones, por lo que son la pieza crucial de los informes ESG.

Las regulaciones fueron diseñadas para que los actores financieros (los inversores y los prestamistas) tengan los mismos requisitos en sus cadenas de inversión o préstamo que la cadena de suministro de una empresa. Pronto, los prestamistas pedirán rutinariamente información ESG y las empresas tendrán que ser capaces de proporcionarla.

Es probable que a las empresas seriamente comprometidas con los criterios ESG ya les resulte más fácil acceder a tipos de financiación preferenciales. Si las empresas no empiezan a informar sobre ESG, pueden tener dificultades para retener y ganar nuevos clientes. Además, pedir prestado o invertir podría resultar muy caro. En lo que respecta a la flota, será clave que las empresas comiencen a recopilar datos, garantizar su integridad y trazar una estrategia para abordar, monitorear y reducir las emisiones ambientales operativas.

Desde el punto de vista medioambiental, los vehículos eléctricos de batería (BEV) representan un paso directo, sencillo pero significativo hacia la descarbonización, aunque no de forma aislada. También es importante modificar las políticas de flotas en torno a los coches de empresa, los derechos de emisión en efectivo, la flota gris e incluso la fuente de electricidad utilizada para garantizar la selección de opciones de bajas emisiones centradas en ESG.

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